Dueño de un amor ancestral por su tierra, Villarino tiene el encanto de sus pueblos y algunos de los paisajes más cautivantes de la región que nos llevan a viajar con los sentidos.
Conserva el valor de la tradición y resguarda una naturaleza en un escenario poco explorado, Villarino conforma uno de los secretos mejor guardados entre las bellezas de la región. Descubrirlo a fondo lleva su tiempo, pero ¿Qué mejor forma de conocer que disfrutando de cada paso que damos sin apurarnos?
Sus atractivos son muchos, solo numeraremos los imperdibles, en el norte Villarinense se combinan los encantos naturales con propuestas atractivas.
Su cabecera Médanos todavía conserva algunas construcciones coloniales de la época de fundación, también una activa vida cultural de la mano de la Sinagoga. Unos de sus puntos centrales es la plaza Independencia, un bellísimo espacio verde con una gran parquización y fuente de agua que funciona como punto de encuentro de jóvenes y niños.
Otro de los lugares más visitados son las Termas que convocan a cientos de visitantes todos los fines de semana, quienes llegan en búsqueda de relax y esparcimiento.
Una de las propuestas más cautivantes es el próximo 9 de octubre para disfrutar del Salón de té y picadas en el Museo del Trabajo de Nicolás Levalle. También ese día abre el espacio de arte con una exposición de pinturas digna de ver.
Otra opción son los sabores regionales, degustar un buen vino en una bodega única en un lugar poco conquistado o de un plato tradicional y exquisito en la localidad de Argerich.
Para los más aventureros la pesca en la Reserva Natural Chasicó o pesquero Cabeza de Buey será todo un desafío.
En la zona sur del distrito uno de los lugares más visitados es el Complejo Fortín Mercedes donde llegan miles de peregrinos a expresar su fe católica; la imagen de la Patrona del Agro María Auxiliadora del año 1884 es hoy venerada siendo una de las más hermosas de la región.
A pocos kilómetros se puede recorrer el Lago Parque La Salada, donde se puede tomar un descanso o visitar el Centro Histórico en el cual se exhibe la tradición de esta villa balnearia.
Para los amantes del mar la Costa Atlántica La Chiquita protagoniza un paisaje agreste que sorprende a todo viajero que se adentra al mundo de la naturaleza.
¡Solo resta elegir el rumbo y comenzar el viaje!
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