Recomendaciones a tener en cuenta en momentos de niebla y lluvia.
Niebla
La niebla es una de las condiciones climáticas más complicadas a la hora de manejar, ya que pone a prueba los sentidos más sensibles del conductor. Cuando uno ingresa a un banco de niebla, los sentidos y estilo de manejo se encuentran adaptados a un determinado entorno. Al variar, producto de la condición climática, el conductor sigue manejando de la misma forma que lo hacía antes y su percepción visual tardará un tiempo extra en percibir peligros.
Esta es una de las razones por la que estos accidentes se generan en los primeros minutos de haber ingresado a un banco de niebla.
En caso de niebla:
- Reducí la velocidad. Recordá que si se ven dos signos (V invertidas sobre la calzada) la velocidad no debe superar los 60 km/h y si tan sólo se ves un signo (V invertida sobre la calzada), la velocidad máxima debe ser de 40 km/h.
- Detené la marcha del vehículo en un lugar seguro, alejado de la zona de niebla, hasta que se presenten condiciones más favorables para la circulación.
- Mejorá la visualización de tu automóvil para que otros conductores te vean. Para hacerlo, antes de ingresar a un banco de niebla chequeá que se encuentren encendidas las luces de posición y las luces bajas, que son de uso obligatorio en nuestro país.
- Disminuí la velocidad del vehículo antes de ingresar a un banco de niebla para darle la posibilidad al conductor que transita por detrás suyo de reducir su velocidad cuando aún posee buena visibilidad.
- Si el automóvil posee luces anti-niebla delanteras y traseras, usalas.
- No utilices las luces altas, ya que pueden provocar deslumbramiento y un acortamiento del campo visual.
- Evitá estacionarte sobre la banquina, ya que la misma suele utilizarse de vía de escape en caso de colisiones en cadena.
- Mantené el parabrisas limpio permanentemente.
- Evitá sobrepasar a otros vehículos.
Lluvia
Es el factor meteorológico que más incidencia tiene en la siniestralidad vial. Tres de cada cuatro accidentes de tránsito en días de lluvia se deben a situaciones que el conductor podría haber evitado, según estadísticas de CESVI Argentina.
Mas allá de la condición de la calzada por la que circulamos, el primer consejo que debe darse es tener sentido común y precaución. Al llover, el agua se mezcla con la suciedad y el aceite presente en las calzadas, creando las condiciones perfectas para derrapar.
Si te encontrás manejando con lluvia:
- Reducí la velocidad.
- Aumentá la distancia con respecto al vehículo que te antecede.
- Mantené un nivel de atención y precaución extra.
- Realizá desaceleraciones suaves y progresivas.
- En caso de lluvia intensa, encendé las luces antiniebla delanteras y traseras.
- Controlá la presión y el estado de los neumáticos.